¿Cómo ha afectado la subida de intereses en España?
Los intereses no han parado de subir en España en estos tres últimos años. Los bancos se han puesto manos a la obra, siguiendo las indicaciones del BCE, para ofrecer unos productos que van vinculados a porcentajes de interés bastante elevados. Una moneda con dos caras que puede ayudar a unos por una parte, pero entorpecer a otros.
Y es que nadie se puede mostrar indiferente a la subida de los intereses en España. Es un movimiento con una serie de consecuencias clave a nivel de gasto y consumo, como también a nivel macroeconómico.
Así ha afectado la subida de los intereses a las familias de España
Alcanzar la estabilidad financiera se ha convertido en toda una odisea. La trayectoria de los últimos años ha afectado considerablemente al poder adquisitivo de las familias y, aunque la tasa de empleo sube, sus condiciones no van al mismo ritmo. El SMI se ha elevado recientemente, pero era un paso necesario para intentar acercarse a una inflación que no deja de encarecer los productos y servicios disponibles en el país.
Una inflación que, por otra parte, ha traído consigo una subida de intereses que, inevitablemente, está afectando a toda la población. Acudir a un banco a día de hoy supone enfrentarse a unos gastos adicionales considerables en forma de intereses. ¿Y cómo está esto afectando exactamente a la población? Aquí vamos a verlo:
Mayor capacidad de ahorro
A priori, la subida de los tipos de interés puede parecer solo algo negativo para la economía de los hogares, pero no siempre es así. Con esta subida, también suben los intereses de los depósitos y las cuentas de ahorro, y eso hace que sean una herramienta imprescindible para el ahorro. Ahora, las familias pueden generar más dinero al depositar sus ahorros en este tipo de cuentas y productos financieros, ya que se topan con una rentabilidad anual mucho más elevada.
El ahorro es mayor y, por lo tanto, el dinero va creciendo más rápido para frenar la inflación. Aunque no todos los bancos ofrecen los mismos intereses, ahora se brinda esta facilidad que sería impensable en otras circunstancias. El problema está en el que ahorrar como tal es algo que no todas las familias se pueden permitir por las subidas de los precios y la desvalorización de los salarios.
Hipotecas y créditos más caros e inaccesibles
España tiene un problema con la vivienda, y este se acentúa aún más al ver las condiciones tanto de las hipotecas como de los créditos y de cualquier otro producto similar. Comprar un inmueble se ha encarecido completamente por la subida de tipos, hasta el punto de que se llega a pagar el doble o incluso más a consecuencia de esto. También hay que hablar del incremento ligado a la subida del IPC para las hipotecas de tipo variable, que han llegado a dañar seriamente la economía en muchos hogares.
Esto ha hecho que cualquier préstamo o similar suponga un gasto cada vez más prohibitivo, ya que disponer de esa liquidez adicional impica el abono de las cuotas más grandes que hace tan solo un par de años. Y esto es peligroso, ya que va íntimamente ligado al siguiente aspecto.
Frenada del crecimiento económico
Los hogares tienen más problemas para solicitar créditos, pero también para comprar en general. La subida de tipos suele ir de la mano de una subida en la inflación que hace que el dinero pierda valor, por lo que se produce el encarecimiento de bienes y servicios. ¿Qué sucede con esto? Que las familias pueden permitirse menos que antes, ya que el gasto se eleva. Esto hace a su vez que muchos negocios pierdan capacidad para facturar y su rentabilidad se vea disminuida.
Por otra parte, hay más dificultades para contratar productos financieros, como hemos mencionado antes, y eso también frena el movimiento en sectores que suelen estar ligados a transacciones económicas de mayor cantidad. Aunque sea un mecanismo pensado para impulsar la economía, una subida de tipos demasiado alta puede conseguir el efecto contrario. Debe controlarse correctamente.
Facturas cada vez más caras
Y sí, todo eso hace que al final las facturas sean más caras. Del mismo modo, esta subida hace que la capacidad para ahorrar se vea debilitada, generando un círculo vicioso que resulta pernicioso para la mayoría de hogares.
Parece que el ritmo de subida de los intereses ha aminorado y, de hecho, se prevé un descenso en los próximos meses que también afectará, aunque en dirección opuesta, a la mayoría de hogares del país. El IPC puede disminuir a lo largo de 2024, por lo que los bancos y entidades financieras levantarían el pie del acelerador. Algo que, como ya hemos visto, puede afectar al ahorro, pero también incentivar el consumo en todo el país.
Las principales autoridades se pronunciarán pronto, y eso provocará que los intereses evolucionen de una forma u otra. Será interesante ver el horizonte que se dibuja durante el tiempo que queda este 2024.
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